¿Cómo funciona un terrario eterno?


Un terrario eterno o jardín en un bol es un pequeño ecosistema natural que se autorregula y no requiere de casi ningún tipo de cuidado. Además… ¡solo se debe regar una vez al año!

La clave de estos terrarios es la capacidad que tienen de autorregularse. El agua que les echamos a la hora de elaborarlos ya les sirve para vivir el resto del año. Eso es debido a que el agua sigue su ciclo dentro del mismo bol: el sol calienta la superficie del cristal, lo que evapora el agua líquida convirtiéndola directamente en gas, este a través de la condensación se vuelve líquido y cae para regar el bol de nuevo. En Omotesando los elaboramos con un Ficus Ginseng i una Fitonia, estos quedan preciosos en el interior de un terrario.

Este tipo de terrarios son mucho más fáciles de mantener que los de sistema abierto o las plantas en maceta. Lo más importante es colocar el bol en un lugar con luz indirecta. También se puede ir podando para mantener la medida del ficus, lo único que se debe hacer es cortar un poquito las hojas que toquen el cristal.

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