Las rosas preservadas son una obra de arte orgánico que perdura en el tiempo y confiere elegancia y estilo al entorno en que se encuentra. Como cualquier joya, sin embargo, a veces necesitan un poco de atención para brillar con todo su esplendor. ¿Te has preguntado cómo mantener tu Rosa Eterna radiante y fresca como el primer día? ¡Sigue leyendo para descubrir nuestros consejos infalibles!
1. Controla la humedad: Las rosas preservadas son sensibles a la humedad excesiva, lo que, en casos extremos, podría hacer que pierdan su forma o empeore su textura. Si notas que tu rosa está experimentando este problema, colócala en un lugar con una humedad reducida y controlada para que recupere su aspecto.
2. Evita la luz solar directa: La luz solar directa puede desvanecer el color de las rosas preservadas, haciendo que pierdan su apariencia vibrante. Para evitar este problema, coloca tus rosas en un lugar donde no estén expuestas a la luz solar directa durante largos períodos de tiempo. Si es necesario, utiliza cortinas o persianas para filtrar la luz del sol.
3. Rehidrátalas suavemente: Si tus rosas preservadas parecen secas o deshidratadas, puedes intentar rehidratarlas suavemente para restaurar su apariencia. Este es un proceso delicado y no siempre recomendado, así que te recomendamos que antes de llevarlo a cabo lo consultes con un experto.
Si decides rehidratarlas, dispones de estas opciones:
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Humidificador ambiente: Coloca la rosa en un ambiente con mayor humedad, como un baño o cerca de un humidificador, durante un corto período de tiempo, para conseguir que la humedad ambiental hidrate un poquito tu rosa.
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Baño de vapor: Llena un recipiente con agua caliente y coloca la rosa preservada cerca del vapor. ¡Asegúrate de que tu rosa preservada no entre en contacto directo con el agua!
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Rociado ligero: Utiliza un rociador para aplicar una fina capa de agua sobre la rosa preservada. No mojes la rosa en exceso, simplemente humedécela ligeramente para ayudar a rehidratarla.
Recuerda que estos métodos deben aplicarse con precaución y de manera muy sutil, ya que el exceso de humedad puede dañar la rosa preservada, causando decoloración, pérdida de forma o incluso hongos.
4. Cambio de ambiente: A veces, un cambio en el entorno puede ser beneficioso para las rosas preservadas que han perdido su brillo. Intenta mover las rosas a un lugar con condiciones ambientales más favorables, como una habitación con menos humedad o con mejor luminosidad, y observa si su apariencia mejora con el tiempo. En este artículo explicamos con más detalle como almacenar tu Rosa Eterna para maximizar su vida útil i mantener su estado intachable.
5. Consulta a un experto: Si has probado todos estos consejos y tus rosas preservadas aún no recuperan su aspecto original, considera consultar a un experto. ¡Puedes ponerte en contacto con nosotros en info@omotesandoplants.com y te asesoraremos para que tu rosa recupere todo su encanto y glamour!
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