Mantenimiento de la bola de musgo
Las kokedamas son plantas vivas y como tales crecen y se hacen cada vez más grandes, por lo que a veces es necesario trasplantarlas. ¡Como si fueran una planta en maceta! No hay un periodo de tiempo predeterminado para llevar a cabo esta tarea, ya que depende de las características individuales de cada kokedama.
El trasplante se vuelve necesario cuando la bola de musgo comienza a perder su forma redonda y a desprenderse el sustrato. Además, el musgo que envuelve la bola puede adquirir tonalidades más marrones con el tiempo, especialmente durante estaciones más cálidas como el verano. Estos cambios también son indicativos de que es el momento adecuado para considerar un trasplante o renovación de la bola de la kokedama.
A continuación, encontrarás una guía práctica con todos los pasos para hacerle un buen mantenimiento a tu kokedama y para rehacer la bola de musgo.
Paso 1: Deshacer la bola de musgo
El primer paso es cortar el hilo de la bola, seguido de la capa de musgo. De esta manera, podremos retirar el musgo y dejar la bola de sustrato al descubierto. Ahora, ya podemos ir quitando el sustrato con cuidado hasta que podamos ver las raíces de la planta.
Paso 2: Rehacer la bola de la kokedama
El siguiente paso es preparar la mezcla de sustrato y akadama. De esta manera, no solo vamos a poder hacer una bola más grande adaptada al tamaño de las raíces, sino que renovaremos la tierra de la planta con nuevos nutrientes.
Es importante que la mezcla quede homogénea y sea fácil de pegar a la bola. Recuerda que si la masa te queda muy espesa, puedes añadirle agua. Y si te queda demasiado líquida, puedes poner más sustrato. Una vez tengamos la mezcla preparada, podemos hacer la bola con las manos, rodeando y cubriendo las raíces.
Paso 3: Recubrir la bola con musgo
Antes de añadir el musgo, es importante limpiarlo. Puedes dejarlo encima de la mesa y retirarle cualquier hoja o ramita que pueda molestarte durante el proceso. ¡No te olvides de limpiar el musgo por ambas caras! Ahora podemos colocar la kokedama encima de la capa de musgo y abrazarla. No te preocupes si te sobra musgo, puedes retirar el exceso.
Paso 4: Rodear la bola con hilo
Una vez tengamos la bola de sustrato rodeada de musgo, es momento de fijarlo todo con hilo. La primera pasada es mejor hacerla en horizontal, con un nudo doble. Puedes cortar el extremo que sobra. Con el extremo largo, hay que seguir haciendo pasadas, esta vez en diagonal, hasta cubrir la planta uniendo todos los pedazos de musgo.
¡La cantidad de hilo depende de tu gusto! Lo importante es no dejar ninguna zona descubierta donde se vea el sustrato, ya que la bola podría deshacerse poco a poco por ahí. Finalmente, pasamos el hilo por una de las pasadas antiguas y hacemos otra vez un nudo doble. ¡Ahora solo te falta cortar el hilo sobrante y listo!
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