Una de las kokedamas favoritas de Omotesandō Plants
En Omotesandō Plants queremos a todas nuestras kokedamas por igual, pero es difícil ser imparcial y no tener una favorita… ¡La verdad es que tenemos una ganadora! La más popular, la más vendida, la más demandada. La Ficus Ginseng Kokedama es sin duda nuestro ojito derecho.
¡Y no es de extrañar! El Ficus Ginseng parece un pequeño bonsái, lo que le da un aspecto oriental muy acorde con la técnica de la kokedama. Lo que más llama la atención de esta planta son sus raíces aéreas en forma de bulbos irregulares, que no viven bajo tierra, sino encima del sustrato. Estas raíces crecen desde las ramas verticalmente hacia abajo y cuando llegan al suelo se convierten en troncos que actúan como pilares. Cada arbolito es diferente y presenta unas raíces con formas únicas, cosa que lo hace muy especial.
De hojas perennes y de color verde oscuro, el Ficus Ginseng es una planta muy agradecida. Requiere de unos cuidados específicos, ¡pero muy fáciles! A continuación encontrarás un resumen sobre los cuidados de un Ficus Ginseng para que tu Gins luzca verde y sano.
¿Dónde debo colocar mi Ficus?
Una Ficus Ginseng Kokedama quedará bien en cualquier rincón de tu casa, pero es crucial escoger un buen sitio que respete las necesidades de la planta:
- La temperatura ambiente deberá ser de entre 18 y 22 ºC. ¡Recuerda que no le gustan los cambios bruscos de temperatura!
- El Ficus necesita recibir luz solar indirecta. La luz directa podría dañarlo y secarlo, así que mucho cuidado si lo colocas cerca de una ventana.
- Aléjalo de fuentes de calor como radiadores o calefactores.
- Es habitual que los Ficus muden y cambien su follaje al adaptarse a un nuevo entorno. Si acabas de adquirir un Ficus y ves que se le caen las hojitas, no te preocupes, es normal. ¡Lo importante es que le vayan brotando nuevas!
¿Cómo y cuándo regar mi Ficus Ginseng?
Como el resto de kokedamas, el Ficus Ginseng se debe regar por inmersión sumergiendo la bola en un recipiente de agua hasta la base del tronco, de manera que el agua no toque las raíces aéreas y solo impregne la bola de sustrato. La podemos regar una vez por semana, aunque lo mejor es guiarse por el peso y la humedad de la bola de musgo. ¡El sustrato nunca debería secarse del todo!
¡Aquí te dejamos un vídeo donde mostramos cómo hacemos la kokedama de Ficus Ginseng! Si quieres ver el resto de nuestros modelos los tenemos todos en nuestra web.